A raíz del despido del compañero afiliado de UGT al dar positivo por drogas en un control, nos encontramos con que la empresa pone encima de la mesa de convenio un protocolo en el que la parte social no ha intervenido y que pretendía que se firmara a cambio de readmitir al compañero y suspenderle por 6 meses.
El día 5 de julio se convocó una reunión extraordinaria del CSS para tratar este tema, donde la empresa nos presentó oficialmente el mencionado protocolo, argumentando que debíamos aceptarlo por responsabilidad, dado que el alcohol y las drogas constituyen un problema social, que también está instaurado en la empresa, y que en el 2024 se promulgará una ley que obligará a TMB a establecer un protocolo.
Desde CGT se manifestó nuestra oposición al protocolo, en primer lugar, porque actualmente no hay ninguna ley que obligue a tener el mencionado protocolo. En el momento que se promulgue la ley, ya se dictará el correspondiente reglamento para desarrollarla, y entendemos que será entonces cuando sea el momento de sentarse a desarrollar un protocolo al respecto. Como segundo motivo de oposición, cabría señalar el hecho de que la empresa quiere dar a entender que la situación individual de un trabajador es extensible a toda la plantilla.
Por otra parte, no entendemos que el protocolo haya sido redactado exclusivamente por el Departamento Jurídico, pues si por parte de la empresa se considera que existe un problema generalizado de consumo de drogas y alcohol, este tema debería haberse tratado con anterioridad en el CSS para tratar de paliar esta situación y de encontrar mecanismos y ofrecer herramientas para ayudar a los trabajadores que lo necesiten. Por lo que parece claro que el mencionado protocolo presentado por la empresa tiene un carácter meramente punitivo.
Desde CGT apelamos a la responsabilidad individual de cada trabajador para que se presente a su puesto de trabajo en las condiciones adecuadas.
